Publicamos un artículo publicado en el diario digiral el El Levante -
Mercantil Valenciano, que pone sobre el tapete un
problema que incide directamente en los denominados riesgos laborales
psicosociales, en este caso los relacionados con la organización y la carga de
trabajo, que en este caso tiene un influencia negativa en la motivación de
ciertos trabajadores.
Motivación negativa basada en la percepción de ciertos
grupos de trabajadores docentes de falta de equidad dentro de la
organización. Perciben como se crean en los centros determinadas castas, que
están exentas de montar guardias, que tienen una sobre carga de trabajo que es
10 veces inferior a la de otros que teóricamente desempeñan la misma
función y que tienen los grupos más conflictivos.
Dentro de esas castas
desfavorecidas , no lo menciona el artículo, pero es así en la realidad, hay una
subcasta, al estilo de los intocables en la India, la subcasta de los interinos,
cuyas condiciones y sobrecarga de trabajo es aún peor, y a los cuales, en
algunos casos, incluso violentadas las normas desarrolladas al efecto, se les
margina en el proceso de toma de decisiones que desemboca en el reparto de la
carga de trabajo.
Tan descastados son, que desobedeciendo el mandato de la ley de prevención de
riesgos laborales, ni siquiera existen como grupo en las evaluaciones de riesgos
que efectúan los servicios de prevención de la propia administración.
Dentro de ese contexto os recomendamos la lectura del siguiente
artículo publicado en el diario Levante. El Mercantil Valenciano.
El primer ciclo en institutos
LAUREANO G. GONZÁLEZ- Doctor en lengua
Gracias a la llegada del primer ciclo séptimos y
octavos a los institutos no pocos profesores de secundaria se benefician cada
día en cuanto a su continuidad en el puesto, por el incremento de matrículas que
ello supone; sin embargo llama la atención la poca disponibilidad que en ciertos
casos muestran estos profesores para impartir clase en dicho ciclo.
Esta actitud, que les lleva a desdoblar,
diversificar, reforzar y no sé qué historias más, los cursos superiores,
ocasiona que no pocos de ellos llenen sus horarios con clases de 6, 8 ó 10
alumnos, mientras que los profesores del primer ciclo (los maestros en IES)
cargan con cursos de 28, 30 incluso más.
Ante está situación, ilógica e injusta, mírese
desde la perspectiva que se quiera, surgen las comparaciones y el malestar entre
compañeros en el centro de trabajo.
Cuando a la hora de confeccionar los horarios no se
tiene en cuenta un reparto equitativo, y aparecen profesores que duplican o
triplican a otros en matrícula, cualquier legalidad anda manca de razones, no
valen, ni siquiera, ciertos argumentos simplistas que se oyen a veces como <>
u otras lindezas, que descalifican pese a quienes las profieren.
Los maestros no han ido a los IES, pienso, para
descargar los horarios a nadie, ni para que se desdoblen cursos, diversifiquen,
refuercen o se hagan repasos sin criterios pedagógicos, a veces, con intenciones
oscuras, han llegado simple y llanamente, por las remodelaciones llevadas a cabo
en el sistema educativo, para cumplir con su obligación sin que se abuse de
ellos.
De lo anterior se desprende que los equipos
directivos (el Jefe de Estudios como responsable directo) no deben hacer ni
consentir horarios con desdobles, diversificaciones, ni repasos, ni optativas.
La negación de lo anterior responde llanamente a
que, como a nadie escapa, cuando unos se benefician de la situación otros salen
perjudicados y aquí radica el tema; la normal o predisposición favorable a que
esto ocurra supone una sobrecarga añadida para los maestros , quienes duplican e
incluso triplican en ocasiones a algunos de sus compañeros.
Imagínese si encima algunos de estos maestros en
IES es Dr. en Lengua le faltan las oposiciones restringidas (tema también
controvertido) y le ocurre esta situación.
La única diferencia legal que existe entre unos
profesores y otros (o al menos así debería ser) es la de que unos no puedan dar
clases al segundo ciclo mientras que los otros si pueden hacerlo en el primero.
No hay profesores con privilegios sobre los otros
por consiguiente el reparto de alumnos por clase y de horarios se debe hacer lo
más equitativamente posible, con criterios no partidistas ni sectarios,
procurando no ofender la inteligencia de aquellos que ven cómo ciertos
profesores completan horarios con clases que responden a intereses particulares
y no a criterios sólidamente pedagógicos. Al equipo directivo (Jefe de Estudios,
responsable directo) y al Inspector, en su caso, corresponde velar para que lo
expuesto no ocurra y si ocurre actuar en consecuencia.
Este artículo ha sido publicado en el diario Levante. El Mercantil Valenciano. |