Esta carta va dirigida a este
sindicato para que se haga eco de lo
acontecido en el acto de presentación de las oposiciones de Magisterio en
Murcia.
¡¡6
horas para presentar unos documentos!!.
Infrahumano, tortura psicológica, "secuestro", vergüenza y muchos términos
más se me ocurren para calificar lo acontecido ayer en el acto de
presentación de las oposiciones de Magisterio en el IES La Flota de Murcia. En
uno de los Tribunales al que sólo se
presentaron 37 opositores, los 5 miembros del Tribunal tardaron 6 horas en
recoger la documentación. Tuvieron a los opositores de 5 a 11 de la noche
metidos en una habitación sin aire acondicionado, con un calor sofocante y casi
sin poder salir de ella. Señores, están tratando con personas, y unas personas
que se juegan mucho en el examen al
día siguiente (algunos de ellos el pan de sus hijos). Someterlos a esa tortura
psicológica es hacer que no acudan en igualdad de condiciones con el resto de
opositores.
Si para
presentar unos documentos, entre ellos los méritos que podían perfectamente
haber sido entregados por los opositores finalmente aprobados una vez concluido
el proceso se tardan casi 6 horas... No quiero ni pensar que puede suceder en el
2º examen que consiste en defender de uno en uno durante 1 hora la programación
didáctica, ayer presentada, además de una unidad didáctica.
Para colmo un alto cargo de la Consejería de Educación se
paseaba por las aulas estrechando manos a miembros del Tribunal y
solidarizándose con dichos miembros diciéndoles que "tranquilos que los que iban
a sufrir al día siguiente en el examen
eran los opositores". Me parece una desfachatez descomunal hacer esas
declaraciones delante de los allí presentes, ¿cuánto quiere usted que sufran
más? ¿todavía se puede sufrir más? ¿dará usted una vuelta de tuerca más en los
exámenes? Todos los opositores se merecen un respeto y que usted pida
públicamente perdón.
Desde aquí
quería elogiar el comportamiento cívico y ejemplar de todos los allí presentes,
tanto opositores como acompañantes, que aguantaron estoicamente (no sé si por
una educación exquisita o por miedo a posibles represalias en el proceso) y sin
la más mínima protesta ese calvario.
Un familiar
de un opositor. |