Más de un millar de personas las calles y se
concentraron en la Plaza de España del pueblo para
rechazar la violencia y defender el respeto y la convivencia,
especialmente, en el ámbito escolar.
Se produce después de que el miércoles pasado
un profesor del Instituto de Enseñanza Secundaria (I.E.S.) Matilde Casanova
fuera objeto de una agresión y de graves amenazas a las puertas del centro
por un ex alumno.No es la primera vez que grupos de menores ajenos
al centro insultan y amenazan a profesores y al conserje.
Todos los centros de la localidad interrumpieron las clases entre las 11.00 y
las 13.00 para participar en la marcha, que transcurrió bajo la lluvia, con
pancartas con lemas como No a la violencia, Por una escuela en paz,
No más agresiones a compañeros y profesores, entre una marea de manos
blancas.
El alcalde, José Luís Vega, hizo un llamamiento para que todas las partes se
impliquen y se leyó un manifiesto por un alumno en el que se defendió el
"derecho a aprender y enseñar en un clima de respeto y
convivencia", se manifestó la preocupación
porque cada vez más en la prensa aparezcan "graves sucesos relacionados con el
mundo de la educación" y se destacó la necesidad de que "todos" se
comprometan para erradicarlos, "no sólo profesores, padres y alumnos, sino
también y en gran medida Ayuntamiento y la Delegación de Educación. Son
ellos, sois vosotros, quienes debéis buscar los recursos necesarios", puntualizó
el manifiesto.
La dirección del centro precisó que está a la espera de respuesta por parte
de la Delegación Provincial de Educación después de que el viernes se le diera
traslado de todo lo ocurrido a través del inspector de zona. Se ha pedido
asesoramiento jurídico para el docente agredido, además de un encuentro para
analizar medidas que puedan evitar situaciones parecidas en el futuro.
Tanto desde el Ayuntamiento como desde el centro se
subraya la falta de medios de la Policía Local y de la Guardia Civil
–el alcalde se quiere reunir con la Delegación del Gobierno para solicitar más
agentes– que puedan controlar al menos la salida y
entrada de los centros escolares, como atenuante temporal a este tipo
de hechos. Aunque los docentes reclaman una actuación mucho más "global", en
cuanto a instituciones y sectores de la población que deben implicarse, para
luchar contra el problema de la violencia vinculada a
las aulas.
Ver
artículo de Trinidad Perdiguero publicado en el Diario de Sevilla Digital.
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