Después de unos primeros años
de idealismos, el síndrome de estar quemado es una de las plagas que azota a la
profesión docente, llegando a constituir un riesgo laboral, a cuya prevención y
tratamiento las administraciones no han dedicado la atención debida a la que
están obligadas por la ley de prevención de riesgos laborales.
Diversos y complementarios son los diferentes enfoques que se han planteado
para combatir sus efectos en los docentes y en la calidad del sistema educativo,
uno de ellos, la arteterapia ha sido puesta en práctica por el ICE, un centro de
formación de educadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, con la
participación de profesores de un centro de educación primaria de Barcelona.
A continuación mostramos el artículo de Ángela Boto "El arte también es
curativo" , en el cual muestra esta y otras aplicaciones de la arteterapia.
El arte también es curativo
![](http://www.lacoctelera.com/myfiles/poetaserrantes/032.jpg)
El filósofo Emile M. Cioran explicó en numerosas ocasiones que su obra era
fruto de un acto curativo, había comenzado a escribir para no volverse loco. El
propio Dalí se definía como un paranoico a la vez que añadía: «Debo ser el único
de mi especie que ha dominado y transformado en potencia creadora, gloria y
júbilo una enfermedad mental tan grave».
El arte, en todas sus formas, no sólo es un modo de expresión, sino una
herramienta terapéutica que en los últimos años ha experimentado un importante
desarrollo como forma de complementar los tratamientos de diversas enfermedades
y también como un medio de crecimiento personal.
El empleo del arte como vehículo de comunicación, como exploración de uno
mismo e, incluso, para exorcizar las miserias personales es tan antiguo como la
propia Humanidad. Como Cioran y Dalí, otros muchos artistas se iniciaron en la
música, la pintura o la danza como una vía de escape, como una cura.
Estos personajes han practicado, de algún modo, lo que ahora se denomina
arteterapia, a la vez que han creado obras sublimes. Sin pretender pasar a la
historia y ni siquiera con la intención de crear algo bello, el resto de los
mortales puede emplear estas formas de expresión para superar alteraciones
emocionales, como terapia de apoyo en trastornos psiquiátricos e incluso para
hacer más llevaderas enfermedades tan graves como el cáncer o el Alzheimer. De
hecho, Dalí no podría considerarse «el único» porque esta técnica lleva más de
50 años ayudando a pacientes de Gran Bretaña y EEUU. Ahora llega también a
España.
En el VII Congreso Europeo de Arteterapia, celebrado en Madrid en el mes
de septiembre, Paola Luzzato, responsable del servicio de arteterapia del
Memorial Sloan-Kettering Cancer Center (EEUU), describía el caso de una mujer de
mediana edad diagnosticada de un cáncer de mama con metástasis. Esta paciente no
aceptaba la idea de su enfermedad, rechazaba el tratamiento y hablaba
continuamente de suicidio. Luzzato explicaba que una sola sesión sumergida en
los entresijos de la expresión artística fue suficiente para que la enferma
considerara, al menos, la posibilidad de continuar con la terapia antitumoral
que su oncólogo le había indicado.
CREACIÓN. El vehículo de un cambio de actitud frente a la enfermedad como
el que ha experimentado esta mujer puede ser la pintura, la escultura, la
música, la danza, la escritura o el teatro (dramaterapia). Eso sí, no se trata
de contemplar los trabajos artísticos de otros, sino de crear. Todos los
especialistas señalan que lo importante es el proceso creativo y no que el
resultado sea hermoso. También aseguran que muchas personas se resisten al
principio porque piensan que no están dotadas para las artes, pero no es
necesario tener ningún conocimiento previo ni aptitud particular.
Durante la gestación de las obras, los individuos entran en contacto con
partes de sí mismos, con emociones que no se pueden explorar con la palabra. En
el curso de este viaje toman conciencia de su situación y encuentran respuestas
a su forma de enfrentarse a lo que les está ocurriendo.
Esta técnica, en sus diferentes modalidades, se emplea en EEUU y en el
Reino Unido desde hace más de 50 años. Según Christine Lapoujade, Presidenta de
la Asociación Europea de Arte Terapia (ECArte), el auténtico impulso se ha
producido en los últimos cinco años: «Existen ya más de 30 universidades en toda
Europa que proporcionan formación en esta disciplina y cada vez son más los
países que se suman». Sin embargo, «sólo está reconocida como profesión en el
Reino Unido», agregó a SALUD la presidenta de ECArte. En este país, el
arteterapia, en todas sus formas, está integrado en el sistema general de salud
como un servicio más a los pacientes y también en las escuelas para el apoyo
emocional y psicológico de los niños.
Para definir el arteterapia habría que decir que es un auténtico crisol de
disciplinas. En ella se unen, además de las bellas artes, la pedagogía, la
sociología, la psiquiatría y el psicoanálisis. Carles Ramos, director del centro
de formación en arteterapia Metáfora y coordinador del máster que se imparte en
la Universidad de Barcelona sobre esta disciplina, la describe como «una forma
de psicoterapia». Pero a diferencia del modo clásico, las sesiones no consisten
en conversaciones sino que se podrían calificar más bien de juegos creativos de
exploración.
Sus posibles aplicaciones llegan a cualquier lugar donde un individuo
necesite encontrar un modo de expresar o explorar sus emociones. Inicialmente,
su uso se circunscribía a los trastornos psicológicos puesto que su gestación se
produjo al abrigo de las teorías psicoanalíticas, pero con el tiempo se ha ido
incorporando al manejo de otras patologías. «Tenemos casos de Parkinson muy
avanzado en los que los pacientes han comenzado a dibujar. No son capaces,
debido a los temblores, de hacer otras actividades, pero han logrado pintar»,
explica Ramos.
Existen múltiples trabajos a pequeña escala publicados en revistas
especializadas, fundamentalmente anglosajonas, valorando los efectos del
arteterapia. Sin embargo, el hecho de que no sea aún una profesión reconocida
tiene como consecuencia que no existan grandes estudios concluyentes. De hecho,
entre los objetivos de la responsable del Servicio de Medicina Integral del
Memorial, uno de los centros líderes del mundo en el tratamiento del cáncer,
está emplear las herramientas de la investigación científica para demostrar la
aportación de todas las denominadas medicinas complementarias, entre ellas el
arteterapia.
![](http://www.lacoctelera.com/myfiles/poetaserrantes/018.jpg)
PSIQUIATRÍA. Aunque con menos años de bagaje, en España existen numerosos
proyectos que buscan valorar sus efectos. Un ejemplo de ello es el trabajo
llevado a cabo, en la Clínica Puerta de Hierro de Madrid, con enfermos mentales.
«Es una experiencia piloto enmarcada en un proyecto de investigación a tres o
cuatro años, fruto de un acuerdo entre la Universidad Complutense y el
hospital», explica Raquel Fariñas, una de las dos arteterapeutas que, bajo la
supervisión de una psiquiatra del centro, Belén Sanz, participaron en este
programa. Entre sus múltiples observaciones está el hecho de que la evolución de
la enfermedad queda claramente reflejada en las obras.
«La experiencia clínica es fantástica y los pacientes se sienten muy
cómodos», afirma Sanz. El objetivo es que estos enfermos se mantengan en
contacto con el entorno y devolverlos a la realidad, aseguran Fariñas y Sanz. Y
el medio es la expresión y la exploración de sus emociones a través de la
creación.
Sus resultados se presentarán en el VII Congreso Nacional de Psiquiatría
que se celebrará en Palma de Mallorca. Aunque, según Sanz, el siguiente paso es
redactar un protocolo más amplio que permita estudiar y medir la respuesta de
los enfermos. En el centro de día de psiquiatría de este hospital, el
arteterapia ha pasado a formar parte de las diferentes actividades que se llevan
a cabo con los individuos que sufren trastornos mentales.
La mayoría de los programas de arteterapia que se ofrecen en la sanidad
pública surgen de la colaboración entre las universidades donde se imparten
másteres de posgrado en este área y los distintos centros. En Madrid acaba de
arrancar en tres hospitales (Ramón y Cajal, La Paz y Clínico San Carlos) un
acuerdo entre estas instituciones, la Universidad Complutense, la Fundación
Coca-Cola y la asociación Mensajeros de la Paz para llevar los talleres de
arteterapia a los niños que permanecen hospitalizados y a enfermos de Alzheimer.
Desde la Universidad de Barcelona se han promovido programas en la unidad
de cuidados paliativos y de hematología del hospital Durans i Reynalds, en el
servicio de desintoxicación del de Bellvitge y en toda la red de salud mental.
ALZHEIMER. El crecimiento del arteterapia responde a la tendencia que se
observa en los últimos años de dar más relevancia a los aspectos emocionales o
psicológicos de la enfermedad a la vez que se atiende el lado puramente
biológico. Se ha aceptado ampliamente que el estado anímico, el estrés y la
agresividad tienen un impacto importante en la salud física y en la evolución de
los enfermos.
Esta técnica proporciona un canal de comunicación empleando la forma de
lenguaje más ancestral e instintiva que son los símbolos. Las pinturas, los
instrumentos musicales y el propio cuerpo —a través de la danza y del teatro— se
transforman en frases que transmiten las vivencias más ocultas de la persona.
«Es más fácil llegar a cuestiones a las que no podemos acceder por medio de la
palabra», comenta Belén Sanz.
En muchos casos, los pacientes están incapacitados para expresarse
verbalmente, como es el caso de algunas personas con enfermedades
neurodegenerativas o de los niños autistas. «Evidentemente no tratamos de curar
el Alzheimer. Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida y frenar el
deterioro cuando es posible. Además, ayudamos al equipo sanitario y a la familia
a manejar al paciente y les hacemos comprender que aunque no pueda recordar nada
todavía tiene capacidad para sentir», explica Ramos.
De hecho, esta forma de afrontar o de detener la pérdida de facultades
provocada por el Alzheimer encaja con las últimas investigaciones que demuestran
que mantener cierta actividad mental retrasa el empeoramiento.
Aunque en arteterapia se puede trabajar en grupo o individualmente, la
forma de tratar a cada paciente es específica. En este sentido, Patxi del Campo,
musicoterapeuta y Director del Instituto Música, Arte y Proceso de Vitoria
afirma que «trabajamos a partir de las necesidades [de cada persona]». En
pacientes con Alzheimer que en las primeras fases de la enfermedad, conservan la
memoria más lejana, pero tienen dificultades con los acontecimientos más
recientes, «buscamos músicas que les evoquen el pasado y después empleamos esas
canciones para incorporar cosas nuevas»,explica Del Campo.
![](http://www.lacoctelera.com/myfiles/poetaserrantes/035.jpg)
En patologías como el Alzheimer y el cáncer «casi trabajamos más con las
familias que con los propios pacientes», asegura Fabiola Hernán-Cortés,
dramaterapeuta (o especialista en psicodrama) y psicooncóloga en el Hospital 12
de Octubre de Madrid. En cualquier caso, el objetivo es muy similar:ayudar a
las personas del entorno a asumir la situación de su familiar y que, de este
modo, puedan apoyarle de un modo más eficaz. Otros colectivos que se pueden
beneficiar de esta práctica son las personas que han sufrido abusos, los
ancianos y los niños con discapacidades, problemas de comunicación, de relación
o que viven situaciones familiares conflictivas.
SANOS. Sin embargo, no sólo las personas que sufren alguna patología
pueden disfrutar del uso terapéutico del arte. El ICE, un centro de formación de
educadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, financió talleres dirigidos
por Sibylle Cseri, arteterapeuta plástica y Marta Moreno, dramaterapeuta, dentro
de un programa de la Generalitat enfocado a trabajar la inteligencia emocional.
Los participantes eran los profesores de una escuela de primaria cercana a
Barcelona. Según Cseri estos profesionales se sintieron muy satisfechos con la
experiencia y encontraron en esta técnica un modo de liberarse del estrés y del
síndrome del quemado, muy frecuente en este colectivo.
Viva Vigoreux es una pintora y arteterapeuta que atiende en su mayoría a
profesionales liberales. «Estas personas, a pesar, de haber triunfado laboral y
socialmente, sienten que han olvidado una parte de ellos mismos. En general se
describen como prisioneros del entorno social y familiar», asegura Vigoreux. Las
imágenes o las obras que crean les permiten reencontrarse con ellos mismos, con
quiénes son realmente y alcanzar un cierto equilibrio en medio de jornadas
frenéticas. «El arteterapeuta es simplemente un guía porque la búsqueda personal
se hace al ritmo del individuo. Cada uno elige el camino y el grado de
profundidad», aclara.
Ángela Boto
Autora: Ángela Boto. Fuente: tocados por el genio....
Imágenes, autor: Luis Royo. Fuente tierra alta.....
Ver artículo original.
|