Con estas medidas de presión, los sindicatos pertenecientes a la Federación de Sindicatos Veterinarios de Castilla y León pretenden presionar al Gobierno regional para que resuelva «el problema de la alta tasa de temporalidad de este colectivo».


Además de la estabilidad en el empleo, los veterinarios reclaman una reestructuración de los servicios que prestan para la Consejería de Sanidad debido a que los 320 veterinarios interinos de la región cuentan con «unas estructuras obsoletas frente a los nuevos retos de la Salud Pública y Animal».

Los manifestantes tenían previsto permanecer 24 horas encerrados en el Servicio Territorial de Sanidad, y pasar la noche en el sala de juntas de las dependencias ubicadas en la plaza de Alemania de Zamora.

La responsable del Sindicato Veterinario de Zamora no descartó incluso llevar a cabo una huelga general en Castilla y León en caso de que no se desbloquee el conflicto.