De profesión, opositora (2)

Tal como destacaba en la carta anterior, se han cometido errores en el procedimiento selectivo de ingreso en el Cuerpo de Maestros convocados en 2005 por la especialidad de educación infantil, que han vapuleado el cumplimiento de los derechos de muchos opositores.

Además de la distribución desigual de los opositores aprobados en el primer examen, hay que analizar las condiciones en que se desarrolló éste.

Existían incoherencias entre las instrucciones para los aspirantes entregadas el día de la realización de la prueba y las de la convocatoria que establece:

“ El tribunal excluirá del proceso selectivo, en cuyos ejercicios figuren marcas o signos que permitan conocer la identidad del opositor”, lo cual ¿ quiere decir que un tachón o los correctores, sean marcas o signos que delaten la identidad del opositor?.

Mientras que en unos tribunales se permitía tachar errores cometidos, en otros se entablaban diálogos entre  los opositores y los miembros del tribunal del tipo de:

Tribunal: “No se puede tachar”

Opositor:”¿Pero que hago si me equivoco?”

Tribunal: “Procura no equivocarte”

Opositor: “Si, pero si me equivoco, ¿qué hago?

Tribunal: “Procura no equivocarte”, “procura no tachar”.

En  ningún momento se indicó que iba a ocurrir con la pruebas que tuviesen  tachones, puesto que la ambigüedad  era manifiesta, actitud muy poco adecuada en los cinco minutos  que preceden al comienzo de un examen de tal envergadura.

Por lo que la igualdad de oportunidades entre opositores de diferentes tribunales brillaba por su ausencia.

Es por todo lo anterior que me persiguen las siguientes dudas:

¿Cómo puedes realizar un examen en el que no conoces las consecuencias exactas de tus acciones?

¿Se podían o no se podían hacer tachones?

¿Es un tachón o enmendadura motivo suficiente para invalidar un examen?. En caso de ser así. ¿existen exámenes aprobados con tachones?. En caso de no serlo ¿Por qué no se nos permitió realizarlas para rectificar posibles errores?

Al mismo tiempo se produjeron errores de planteamiento. ¿Cómo pueden evaluar algo que no han sabido plantear de manera correcta ?. Pues, por si fuera poco,  la cuestión que otorgaba mayor puntuación estaba mal formulada por la comisión de selección (constituida por los presidentes de todos los tribunales), que no distingue entre un tema transversal y un contenido o eje, sobre el que establecer unos objetivos de un plan de actuación.

Ante eso ¿Qué hacer? ¿responder a lo que se supone que están preguntando, sabiendo que no existe?. O por el contrario ¿tratar de crear el marco correcto en el que encuadrar la cuestión?. Hoy se que no resultaba indiferente, pues esta opositora se decidió por lo segundo y sigue siendo de profesión opositora.

María Teresa Navarro Navarro

Publicado en Cartas al director del diario La Opinión del 19 de julio de 2005