Futuros maestros y oposiciones.

Carta de Manuel Gila Retana, publicada entro otros en el periódico ABC, en la que se denuncia el procedimiento utilizado en las oposicon es de educación, proceso plagado de irregularidades y vicios, los cuales a pesar de ser un "secreto a voces", forman parte de un procedimiento que es aceptado cuando no aceptado y aplaudido, no ya por las academias privadas que hacen su agosto merced a este sistema, si no por los propios sindicatos educativos.

Destacan entre otros vicios, tal como se pueden comprobar con las notas, el que muchos tribunales, tengan en la práctica predeterminado un cupo de aprobados, que vulnera todos los cálculos de probabilidades estadísticas.


Carta de Manuel Gila Retana. Madrid.

De vez en cuando surgen escándalos relacionados con determinadas oposiciones, pero nunca he visto nada referido al proceso de selección de los futuros maestros. Para esta oposición se eligen tribunales compuestos por cinco personas, el número de tribunales depende del de opositores. Hasta aquí correcto, pero ahora viene la injusticia. En cada centro, donde se realice la oposición, se hace un sorteo para elegir los temas que se han de desarrollar, consecuentemente unos tienen ventaja sobre otros. Otro día debes ir a leer tu examen al tribunal y cada uno evalúa como cree conveniente con unas pautas generales, tan generales que pueden hacer lo que quieran. Algunos tribunales, uno entre cincuenta, son justos y aprueban a todos los que lo merecen, pero la mayoría tiene un cupo de entre quince y veinte personas de cada 150, porque de lo contrario en la siguiente prueba se juntan con mucha gente y no tienen ganas: no tienen en cuenta que están jugando con el trabajo de las personas.

En esta última oposición, yo soy de la especialidad de Educación Física y, además del examen teórico, teníamos una prueba de expresión corporal. En cada tribunal han puesto un tiempo para su realización, que ha variado entre uno y cuatro minutos, ¿dónde está la igualdad de oportunidades?

Me gustaría saber el criterio que tienen para evaluar, ya que conozco interinos, excelentes profesionales, que han sacado un seis y a otros que no han visto un colegio ni en pintura y que han sacado un nueve. ¿Qué se busca en estas oposiciones? ¿Cerebritos capaces de estudiarse con puntos y comas veinticinco temas o maestros?

No es justo el sistema de oposición porque no valora a un buen profesional y tampoco el sistema de tribunales, su total disparidad tanto de criterios como de preparación e interés. Por el bien de la educación en España, valoremos adecuadamente a nuestros futuros maestros; esto repercutirá en el bien de todos.

Manuel Gila Retana. Madrid.

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