Cultura de empresa y los cuatro ceros.

Son varios los artículos publicados en los que se pone en entredicho la eficacia del actual sistema de oposiciones para seleccionar siempre a los más validos para la función pública docente.


También se han publicado diversos artículos sobre las transparencia en las oposiciones de educación, coincidiendo con muchos casos de procesos selectivos no educativos, en los cuales se han anulado las oposiciones o se han modificado las puntuaciones debido a las reclamaciones de los aspirantes, reclamaciones que prácticamente son imposibles o ineficaces en las oposiciones que se desarrollan en el ámbito educativo.

Por otro lado, moviéndose bajo presiones,. sobre todo de poderosos sectores económicos con intereses en el ámbito de las oposiciones, coadyudados por intereses corporativos de casta a la antigua usanza, se pueden observar manifestaciones defendiendo un sistema de oposiciones totalmente memorístico, al tiempo que se intenta desprestigiar el mérito y la capacidad adquirida mediante lo que podríamos llamar "formación en el puesto de trabajo".  Precisamente cuando se debate en todos los sectores la necesidad acreditar la cualificación profesional adquirida mediante el desempeño  y experiencia en el en puesto de trabajo, junto con la necesidad de acreditarla formalmente mediante la expedición de la titulación oportuna, desde esos mismos sectores incluidos los sindicales (¡quien lo diría!), se pretende minimizar e incluso ridiculizar, la validez como mérito y capacidad de esa cualificación profesional,  adquirida mediante del desempeño de funciones docentes a lo largo de varios años de desempeño-experiencia profesional.

 

Corriente de opinión que tiene dos carriles, una de intentar demostrar la necesidad de un sistema con pruebas únicamente memorísticas para demostrar el mérito y la capacidad y por otra la de intentar minimizar-ridiculizar el mérito-capacidad adquirido mediante la cualificación profesional docente adquirida en el puesto de trabajo.

 

Sin embargo, gracias a internet, el acceso a la información se ha democratizado y ha roto el discurso lineal antes mencionado. Cada vez tenemos acceso a más noticias que nos muestran "malos usos" relacionados con el sistema de reclutamiento que tienen las AAPP basados en pruebas únicamente memorísticas, y en las actuaciones  de tribunales, a los que no sabemos por que, se les llama "soberanos", como si estuvieran fueran del alcance del estado de derecho.

Por desgracia, también muchas veces esta forma de actuar, está enraizada en la forma de pensar de personas honestas, enraizadas más en los sentimientos que en la razón, quizás por que "es lo que se ha hecho siempre", formando parte de lo que podríamos llamar "cultura empresarial u organizativa", algo que por desgracia, tal como saben los estudiosos de la dinámica de las organizaciones es muy difícil de cambiar.

En la  línea, de mostrar algunos malos usos, mostramos aquí algunos extractos, del artículo "la sentencia de los cuatro ceros" de Miguel A. San Miguel Valduérteles, coordinador del área de educación de Izquierda Unida de Gijón y publicado en el diario digital Panorama-Actual.es, que aunque no versa directamente sobre unas oposiciones de acceso al sistema educativo, si pretende mostrarnos unos malos usos o actuaciones, que podrían enmarcarse en lo que se podría llamar "cultura empresarial errónea en el ámbito educativo". 

 

Extractos del artículo  "la sentencia de los cuatro ceros", de Miguel A. San Miguel Valduérteles, coordinador del área de educación de Izquierda Unida de Gijón y publicada en el diario digital Panorama-Actual.es :


 

  • "la situación de la educación asturiana o pretendo redundar en las conclusiones de la sentencia que ha dictado la Audiencia Provincial de Asturias sobre los cuatro ceros a don Luis Fernández, sino que voy a centrarme en otro aspecto derivado: la necesaria regeneración de la función pública.

     
  • Mas como esto era insuficiente, nombraron a cuatro «agentes» de la Administración educativa para que hicieran el trabajo sucio: poner cuatro ceros a don Luis Fernández, cuyo proyecto había recibido la máxima valoración por parte de los representantes de la comunidad educativa: padres y profesores.

 

  • Pero con ser grave esta actuación ....... lo que más me preocupa es el retroceso que en la gestión democrática de la educación está llevando a cabo el Gobierno del señor Areces, para lo que no sólo recurren a leyes de tipo autocrático, sino que han manipulado sirviéndose de cuatro funcionarios con un inspector a la cabeza con órdenes estrictas de descalificar a uno de los aspirantes.

 

  • ¿Cómo puede entenderse si no tal unanimidad, a no ser por un acuerdo entre los cuatro? ¿Cómo es posible comprender que los cuatro «agentes», sin duda con muchos motivos para estar agradecidos ¿y agraciados? hayan tenido la osadía de poner cuatro ceros redondos al programa mejor valorado por los representantes del consejo escolar?

 

  • Esto huele a chamusquina y de paso plantea otro problema todavía más grave: la imparcialidad de los representantes del Estado, que es de todos.

 

  • Y la pregunta inmediata que todos nos hacemos: ¿de verdad la ciudadanía, después de tal proceder, puede tener la confianza en la imparcialidad y el buen hacer de unos tribunales en los que figuren tales individuos?

 

  • Porque quiero que se sepa que estos mismos señores, además de participar en el nombramiento de directores, pueden formar parte de los siguientes organismos: tribunales de oposiciones para acceso a la función pública docente, baremación de méritos de los profesores para oposiciones,....

 

  • De verdad que después de lo visto estos señores y los que les han dado tales instrucciones son de fiar?

 

  • Todo esto es para abrir las carnes a cualquiera y cualquier ciudadano normal se sentirá inerme ante lo que le pueda venir.

 

  • Estos casos de parcialidad y de uso de influencias se han dado (consultar en las hemerotecas la carta de quien fue inspector de renombre en el año 1978), pero en tal caso nos remitimos a la época de la transición, donde pervivían muchos usos y maneras del pasado, pero resulta gravísimo que tales prácticas estén urdidas por esta Consejería después de casi treinta años de democracia.
     
  • En su momento Izquierda Unida, y me refiero especialmente al consejo político de Gijón y al área de educación, exigió con firmeza que se retirara el decreto de directores y denunció de manera inequívoca el sistema que se siguió en el rechazo de Luis Fernández (ver hemerotecas). Pero en este momento exigimos que el señor Iglesias Riopedre deje de atentar contra una democracia tan necesaria en la vida escolar y se olvide de intervenir en las calificaciones recurriendo a funcionarios «agradecidos y obedientes».
     

Te recomendamos que para analizar cada una de las frases del extracto en su contexto, consultes el artículo original en el diario Panorama-Actual.es




 

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