Mobbing brutal en un IES de Sevilla - Ángel Carlos Martín Martín

Artículo publicado en Cuéntanos tu caso.

Casos puntuales de síndrome de acoso, contados por los propios acosados, o por testigos, o bien publicados en medios de comunicación.


Estimados compañeros:



Soy, o era, docente. Un docente vocacional, De los que se entusiasman y divierten con su trabajo. Activo y creativo. Querido por el alumnado . . . Quizás por eso me han expedientado dos veces consecutivas en un mismo año.




Resumiendo mi historia, diré que tras 8 años de trabajo-acoso en mi proyecto, consistente en la compra colectiva por los alumnos de los materiales para la clase, aportando menos de lo que les suponía el sólo libro de texto, conseguimos reunir en el aula:



16 ordenadores multimedia; Impresora Láser, TV, DVD y Video; Conexión Parabólica; 16 auriculares inalámbricos; 38 auriculares normales; Sonido Dolby Digital 5.1 con altavoces Cambridge de Sound Blaster; Pantalla Amplificadora para miles de Karaokes; Decenas de CDRoms para un aprendizaje específico;Centenares de libros, revistas y Comics Y finalmente la red e Internet



Recaudando, insisto, un importe menor siempre al libro de texto y con carácter voluntario, Finalmente decidí denunciar determinadas actuaciones de la Dirección de mi Centro ante el Inspector de zona, en relación a mi propuesta educativa. Como consecuencia, y basándose en un escrito anónimo, al que se dió registro de entrada en mi centro, sufrí un primer expediente disciplinario, con cuatro acusaciones.



Después de superado el juicio en el que se me condenó a 15 días de inhabilitación por haber enviado la carta de principio de curso de todos los años a los padres sin el preceptivo VISADO del Sr. Director ( A pesar de que el contenido de la misma hubiera sido idéntico al aprobado por un Consejo Escolar del Curso 95-96, y de que fuera el propio Sr. Director el que se negara a firmar su visado a pesar de haberla leido, porque según él, era ilegal, porque la enseñanza es gratuita.), y a pesar de haber ganado las otras tres acusaciones, entre las que se incluía "falta de metodología" , discriminar a mis alumnos, "faltar a los principios LOGSE", y a la "gratuidad de la enseñanza" por resultar éstas absoluta y documentalmente infundadas, y después de siete meses de baja, me reincorporé ya con la sanción cumplida, a principios del nuevo curso.



Pero me esperaba un nuevo expediente disciplinario con otras nuevas cuatro acusaciones a cual más variopinta (bueno, una se repetía, pero ya no era que yo discriminaba a mis alumnos , sino a los que no lo eran); aunque ya no fuera yo quien mandara la carta que el Sr. Director se seguía negando a visar, sino que lo hacían mis alumnos mayores de edad para continuar con el proyecto; o se me acusaba prácticamente de difamar publicamente a las autoridades, cuando se trataba de un escrito absolutamente normal a mi Consejo Escolar; o era finalmente por haberme incorporado a trabajar (cuatro días aguanté) entre mi primera baja de una semana y la posterior hasta los siete meses comentados, tras haber recibido la notificación administrativa de la sanción, y -en aquellos momentos- a la espera de juicio. Y a pesar de que el propio juez anulara la aplicación de la sanción Administrativa . . .



Con este segundo expediente en menos de un año, he vuelto a recaer, y de hecho, tras otros quince meses de baja, acabo de pasar por el tribunal médico para mi incapacitación, si procede.



En cuanto all juicio, no se ha celebrado debido a 2 aplazamientos forzados por la Administración, la 1ª vez, porque la administración presentó ante el Juez la documentación fuera de plazo, y la 2ª porque la dirección de mi Instituto no ha presentado la documentación que le requiere de oficio el Sr. Juez de la sala 2 de lo Contencioso Administrativo,



A ver si puede ser que a la tercera, el 24 junio será (?) el juicio, sea la vencida . . .



Después, tengo intención de demandarles, para que la justicia los ponga en su sitio.



Pero no os apureis por mí, que lo peor creo que ya ha pasado . . . Aunque para siempre me roben el calor de mis alumnos .



Y ahora alegraos conmigo porque ¿Sabeis que me pidió de "condena" el Sr. Instructor ? DOCE AÑOS DE INHABILITACIÓN O CUATRO EXPULSIONES DE MI CENTRO.



El Mobbing Bien Clarito ¿No?



Y ahora volveos a apenar conmigo porque, ¿sabeis que ha pasado con este Sr. Instructor? Pues si, me temo que le han nombrado Sr. Inspector Jefe de la Delegación de Educación y Ciencia de la Provincia de Sevilla...

ciertamente que están causando un daño terrible. Pero no sólo a mí, y por extensión a mi familia y amigos. Han producido un daño tremendo en el alumnado, al que han mentido, manipulado y amenazado de expulsión y expedientes disciplinarios, consiguiendo atemorizarlos, desorganizarlos y finalmente desmotivarlos.



También el conocimiento de mi caso está siendo devastador para todos los que en la profesión me conocen, pues pasaba por ser un cierto ejemplo para muchos de ellos: de hecho, con esa intención se me ha llamado por parte de los Centros de Profesores durante muchos años: para impartir cursillos de formación entre el profesorado de mi materia.



Pero es que también estos señores inspectores están ocasionando un enorme desgaste económico a la Administración, por las bajas laborales, las sustituciones, las demandas y los juicios que conllevan.



Y también, naturalmente, me están desgastando a mi.



Si les cuento esta historia, es porque he decidido que la mentalidad que he de adoptar, dejando de lado mi posible actitud de enfermo o de “penitente”, no es la de ser la víctima propiciatoria de los abusos de estos individuos…. Me estoy planteando que todo este tiempo que necesito para intentar ser curado de las heridas que me han inflingido, estoy formando parte de una Huelga con mayúsculas, pues sin duda estoy luchando por la defensa de derechos inherentes a las personas, a cualquier trabajador, reconocidos sobradamente en nuestra Constitución.



Ya sé que llevo muchísimos meses de baja por estados de ansiedad derivados, según los especialistas, de la situación del acoso moral en mi trabajo, y que sin duda, tal y como muchos afirman, soy una clara víctima del denominado Mobbing. Además, se que tendré para rato antes de recuperarme totalmente, si es que eso es posible, pues esta situación ha durado diez años, aunque se haya agravado en los dos últimos, con la llegada de los expedientes disciplinarios, dos en menos de un año, y las consiguientes bajas laborales.



En la actualidad, he sido llamado por el tribunal médico, quien habrá de decidir sobre mi enfermedad, a la vista de los informes médicos presentados.



También queda aún pendiente el juicio contencioso administrativo, que espero dirimirá las infundadas y no probadas acusaciones formuladas por estos señores inspectores. Si bien es cierto que el juicio ya debía haberse celebrado, ha tenido que ser aplazado por el señor Juez en dos ocasiones: la primera porque la administración, después de haber tardado prácticamente un año en entregar al juzgado la documentación pertinente, los ha entregado fuera del plazo exigido por la Ley . . . Y la segunda porque la Dirección de mi Centro no había presentado la documentación que le requiere de oficio el Sr. Juez de la sala 2 de lo Contencioso Administrativo . . .(Claro que también podría ser toda una estrategia para ganar unos meses más, a la espera del dictamen del tribunal médico, que decidirá sobre mi futuro ...)



A ver si puede ser que a la tercera, el 24 junio que será el juicio, sea la vencida . . .





P.S. Supongo que cualquiera pensaría que después de tantos años de democracia, estaríamos mejor preparados contra el abuso de poder, y que este tipo de prácticas denigrantes se verían claramente perseguidas por la autoridad competente . . . O que al menos no se vieran tan claramente amparadas, tras tantos años de administración socialista y con un gobierno autonómico que desde el principio tiene competencias plenas en materia educativa.



Nadie, tampoco, debiera dudar de que la sociedad ha de defender, ejerciéndolos, sus derechos y libertades ganados a un pasado franquista del que algunos, todavía en cargos relevantes, parecen estar tan orgullosos.



Claro que no hay que olvidar de dónde venimos: El régimen franquista nos legó una administración bastante “suya” que, yo diría, sigue funcionando bajo los caducos esquemas del dictador. Nadie hasta ahora se ha preocupado de depurarla, erradicando sus nefastos esquemas y defendiéndonos del “fascismo interior”. Nadie ha pedido cuentas. Estamos en buena medida en sus manos, y los gobernantes parecen mirar siempre para otro lado. Tema tabú, por lo visto, ese de controlar o destituir a esos altos funcionarios que tanto dañan la credibilidad de las instituciones que aún representan.





Saludos

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