¡Tenemos derechos!
Deslegitimados. Así nos hemos quedado los funcionarios. 

Un consejero ha sido agredido y solidario con él, todo el gobierno regional y por extensión, todo el PP y en definitiva, todos los demócratas y ciudadanos civilizados. 

Los agresores, ahora terroristas, no se sabe quienes son, pero se da por hecho que están vinculados con los agresivos manifestantes que protestan por los recortes de Valcárcel, es decir, los izquierdosos, los fascistas de la extrema izquierda. 

Y así, los funcionarios de la administración regional, los docentes no universitarios y los sanitarios, pasamos a formar parte de la izquierda más rancia, la asesina y quemaiglesias.


De esta manera, los funcionarios hemos pasado de ser víctimas de unas medidas opresoras, antidemocráticas, facciosas y profundamente injustas, a verdugos, agresores, violentos, de izquierdas, republicanos, vagos y maleantes. Porque hemos protestado, hemos levantado la voz, nos hemos manifestado y hemos molestado. Incluso hemos soliviantado a la sociedad por participar, consentir o al menos celebrar, los huevazos, insultos y algunos zarandeos y situaciones violentas sufridas por algún familiar del presidente Valcárcel o algún representante de su gobierno.


Si la aprobación de la ley de medidas extraordinarias fue un acto fascista, la manipulación divulgativa y propagandística a raíz de la agresión al hijo del primo de la mujer del presidente ha superado y ratificado el autoritarismo, cinismo e hipocresía al que estábamos acostumbrados en la época franquista. 


El Sr. Valcárcel ha conseguido dar la vuelta a la tortilla y erigirse en víctima, en inocente receptor de una incomprensión e intolerancia que le viene por parte de los funcionarios, del gobierno central, del PSOE y de toda la izquierda y de todo aquel que piense y opine distinto que él.


La sociedad está consternada :

¿Qué ocurre en Murcia, donde sus gobernantes y los familiares de estos son perseguidos, agredidos y vilipendiados? 

¿Qué está pasando para que haya manifestaciones, concentraciones y protestas en contra de quienes están trabajando por Murcia? 

¿Por qué están atacando la paz, la tranquilidad, el bienestar al que está acostumbrada la sociedad murciana?



Los sindicatos, la oposición política y los funcionarios están atolondrados, apabullados, fuera de juego, sin capacidad de reacción ¿Qué ha pasado? ¿Qué hemos hecho? ¿Qué hemos provocado? Vamos a dejar de presionar a nuestros gobernantes, vamos a bajar el nivel de tensión, vamos a callar.



Esta es la sociedad del bienestar. Por el hecho de que tres gilipollas hayan aprovechado una situación de tensión social para hacer una gilipollez, desproporcionada e intolerable y por el hecho de que un desvergonzado poderoso, experto en victimismo y manipulación haya aprovechado la mencionada gilipollez para rasgarse las vestiduras e inhibirse de cualquier responsabilidad, nosotros, las VÍCTIMAS de las verdaderas y profundas agresiones a nuestros derechos sociales, a nuestro poder adquisitivo y a nuestra valoración social (tan reivindicada en campañas gubernamentales), nos acobardamos, agachamos la cabeza y consentimos resignadamente que nos acallen y ninguneen. 


Así de apoltronados estamos ¿Y vamos a seguir así? ¿Vamos a consentir que entre tres gilipollas y un gran manipulador nos acallen, nos amordacen, nos aten de pies y manos y encima nos abochornen? ¿Pero qué clase de personas, ciudadanos, trabajadores y representantes sindicales somos nosotros? 


¡Ahora va a resultar que no tenemos derechos!



Lo siento, pero a pesar de que haya descontrolados violentos y políticos timadores, nosotros tenemos derechos.

Tenemos derecho a protestar.

Tenemos derecho a criticar al gobierno.

Tenemos derecho a pitar y patalear.

Tenemos derecho de portar pancartas, bocinas y altavoces.

Tenemos derecho a cortar calles y avenidas en manifestaciones ¡Legales!

Tenemos derecho a presionar a los políticos con responsabilidades de gobierno en todo acto institucional.

Tenemos derecho a abochornar a aquellos que se están beneficiando del enchufismo gubernamental.

Tenemos derecho a pedir la dimisión de los consejeros/as de Hacienda, Presidencia, Sanidad y Educación.

Tenemos derecho a pedir la dimisión de Valcárcel.

Tenemos derecho a pedir la diminsión del Delegado del Gobierno por consentir que su policía agreda a los manifestantes ¡Legales y pacíficos!

Tenemos derecho a pedir la derogación de la ley de medidas extraordinarias.


¡Basta ya de mojigatería! ¡Basta ya de tomaduras de pelo! ¡Basta ya de adormecimiento social! ¡¡¡Que tenemos DERECHOS!!!


Os animo a seguir luchando por nuestros derechos.

 

En Murcia, a 18 de enero de 2011.

Antonio L. P.

Funcionario Maestro

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