A remolque de las grúas

A remolque de las grúas

Del conflicto de las grúas en esos días del  verano pasado se pueden sacar algunas conclusiones y consecuencias, de aplicación directa al problema que llevamos padeciendo los interinos andaluces durante años.

Lo primero que llama la atención ha sido el que todos los interesados, en el País Vasco, han ido a una. Se plantaron desde el primer día. Han demostrado que la unión hace la fuerza. Aquí no se trata de si son empresarios que poseen varias grúas o autónomos que no tienen más narices que trabajar de autónomos porque ninguna empresa los coloca. Cuando empezó el conflicto, algunos periodistas se posicionaron del lado del libre mercado diciendo que era un conflicto entre empresarios, empresas de grúas y aseguradoras. Eso mismo ha hecho que los medios oficiales no hayan machacado demasiado con su artillería a los propietarios de grúas. Más que nada porque el amo y señor de esos medios de comunicación -el gobierno de turno- estaba a la espera, en principio en una economía de mercado y en conflicto entre empresas privadas no intervienen, ya sabemos que si lo hacen es para mediar; ‘todos los gobiernos se desviven por el bienestar de sus ciudadanos’.

Esto ha hecho que toda la artillería mediática, la misma que puede freír a cualquier trabajador que protesta justamente, ¿interinos?, dispare con fogueo y al aire insistiendo en que la autoridad gubernativa se ofrecía para mediar y solucionar el conflicto. Es decir, se venden como los buenos de la película, esto hace que en las informaciones, no es que haya objetividad –tampoco se trata de pedir peras al olmo- pero si una cierta información, siempre con la insistencia de fondo de la preocupación del gobierno por la solución de un conflicto que perjudicaba a sus súbditos, ¡qué buenos que son!

Aunque parezca no tener mayor importancia, lo relatado arriba ha hecho que muchas indignaciones de automovilistas y usuarios no se hayan visto en pantalla, no ha habido ordenes claras desde arriba en ese sentido. En caso de ser trabajadores de ése mismo gobierno –autonómico o central- los implicados en una huelga indefinida, habrían bombardeado a todas horas con protestas de usuarios, ¿madres y padres de alumnos?, hablando del perjuicio y todo el daño a la trayectoria estudiantil de sus hijos. De esto último ya tenemos experiencias, de cómo nos han crucificado en Andalucía por algún que otro día de huelga, en la que aparte de no escuchar en ningún medio de comunicación ni público ni amigo del poder, qué era lo que pedía el colectivo de interinos, sólo había información tendenciosa del patrón en contra de sus trabajadores, sin opción a replicar.

El trabajador interino ha hecho huelgas pidiendo derechos, no aumento de tarifas, ni de sueldos. Pero ahí hemos padecido en nuestras carnes cómo el amigo patrón gubernamental se las gasta para acribillar ante la opinión pública y vender como delincuentes a sus propios trabajadores. Trabajadores que sólo pedían cosas tan elementales como el derecho a seguir trabajando y aportando la experiencia adquirida durante años. Y no por 'la cara', si no porque ante la falta de recursos ese gobierno tapó boquetes de la forma más fácil, usar y tirar, y si te he visto no me acuerdo. Ya te achicharraré ante la opinión pública cuando convenga –en cuánto me pidas algo-, vendiéndote como un cara dura. El gobierno de turno sólo ha tenido que poner a todos los padres y madres de alumnos contra el colectivo cada vez que ha podido, ¿verdad Chaves? Está claro que si los afectados no saben qué piden los profesores interinos, y en ningún medio oficial se lo van a decir, sólo hace falta el empujoncito de la tele sacando a algún padre o madre indignado ante las cámaras, diciendo que los interinos no tienen vergüenza y que hay que tomar medidas contra ellos. Ya está el trabajo sucio hecho, sólo falta que pase el tiempo y se siga pudriendo el tema, a cada conato que pueda surgir, la misma táctica.

Esta demagogia nos debe hacer ver, como ya se apuntó aquí en otro artículo, que la información veraz a los padres y madres de alumnos sobre la injusta situación del colectivo debe ser la próxima batalla. La información alternativa, internet, debe ser una buena herramienta para ello, y hay que hacerlo a base de trabajar en el día a día. No podemos pretender luchar con los medios oficiales de atontamiento de masas, pero sí que la gente conozca un sitio donde pueda entrar y ver lo que piensa la otra parte, cosa que hasta ahora no ocurre.

Los propietarios de grúas han demostrado un acervo popular que ya conocemos: “el que no llora no mama.” Aunque en algunas radios han hablado de huelga salvaje y cierre patronal –también muchos son autónomos con una única grúa, ¡no es eso un trabajador!- al pasar los días ha podido más la presión de los coches en las cunetas. Algunos periodistas hablaban en la radio de otra forma de protestar que no fuera tan ‘radical’; sí, algo más llevadero que no moleste, quizá un lazo rosa en la punta del gancho, seguro que portando ese lazo rosa en la punta durante un tiempo hace que el conflicto entre en vías de solución. La realidad es la que es, y los propietarios de grúas han demostrado que cuando se quiere conseguir algo que se considera justo, hay que ir a por todas, sin arrugarse. A grandes males grandes remedios.

Si nosotros hiciéramos lo mismo, en los primeros días nos torpedearían desde todas las direcciones; irresponsables, huelga salvaje, perjudican a los estudiantes..... y toda la retahíla de calificativos más o menos cariñosos, en todos los medios conocidos, ya se encargará nuestro patrón de ello. Pero al pasar los días, en huelga indefinida, la cosa cambia, en la calle se pueden empezar a escuchar cosas como; ¿qué piden?, ¿por qué coño no negocia....el que tenga que hacerlo?.....¡algo de razón tendrán!

Cuando te han crucificado tantas veces al final resulta que la gente no es tonta y las tornas pueden cambiar. Ese puto patrón tendrá que salir de su madriguera y dar la cara, quizá en ese momento tenga que decir la verdad de una puñetera vez, y quedar como lo que es, un negrero que ha estado pisoteando durante muchos años a muchos miles de trabajadores, y tiene que darles una solución digna y definitiva.

Pero para llegar a este último párrafo hay que dar el paso definitivo.

Por cierto, cómo se ha notado que no estaban CCOO, UGT y otros enredando. Ha dado la impresión de ser un colectivo unido, qué suerte tienen de no padecer estos submarinos.

¡Que envidia!

Artículo publicado en Sadi Cadiz  en agosto de 2004

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