Símbolos religiosos en las aulas.
Después de la polémica suscitada por la declaración del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de que la presencia de crucifijos en las aulas "es contraria al derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus creencias y al de la libertad de Religión de los alumnos", la consejería de educación, formación y empleo ha decidido que sean los propios centros, en virtud de su autonomía pedagógica y organizativa, los que decidan mediante votación en el consejo escolar, si se mantienen o no los crucifijos en el aula.

 

En la misma línea, el ministro de educación Miguel Ángel Gabilondo, ha manifestado que "en España se ha sabido resolver estos asuntos en los propios centros a través de los consejos escolares" .

A raíz de la presentación por una madre italiana de una demanda ante el tribunal de Estrasburgo,  este ha manifestado que "la exhibición obligatoria de un símbolo de una confesión, en instalaciones utilizadas por una administración, y en especial en las aulas", restringe los derechos de los padres a educar a sus hijos "según sus propias convicciones".

En España, la decisión del consejo escolar de un colegio de Valladolid de mantener los crucifijos en las aulas, ha sido recurrida en los tribunales.




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