Jueces de Paz educativos en 68 centros de la CARM

El presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia, Juan Martínez Moya, y el vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Miguel Collado, abrieron ayer la nueva edición del Juez de Paz Educativo, en un acto en el que participaron los docentes y alumnos seleccionados este curso de 68 centros educativos de Enseñanza Secundaria de la Región.

Mediante esta  iniciativa, aprobada en 2007, se ofrece a los centros educativos una medida de carácter preventivo que favorece el desarrollo de la libertad, el diálogo y el consenso.   

El equipo del Juez de Paz Educativo de cada centro estará compuesto por dos alumnos/as Jueces de Paz y un Profesor Coordinador para la Convivencia.


    

La finalidad de la figura del Juez de Paz Educativo es que los alumnos resuelvan voluntariamente y pacíficamente los conflictos  de baja intensidad surgidos entre ellos, estableciendo  métodos de comunicación que permitan escuchar a las partes y buscar una solución adecuada, así como reflexionar sobre el daño, reconocerlo y restaurarlo en la medida de lo posible.


En caso de conflicto el Juez de Paz Educativo practicará las diligencias necesarias  para la comprobación de los hechos e intervendrá en el proceso de conciliación del conflicto a petición de todas o alguna de las partes o a petición del centro.

 

Los Jueces de Paz Educativos, serán elegidos por los alumnos de Sexto de Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP con carácter bianual. El Profesor Coordinador para la Convivencia intervendrá con estrategias educativas y de acercamiento de las partes.

 

A través de esta iniciativa se pretenden crear  espacios donde los estudiantes en conflicto, de forma voluntaria, se encuentren cara a cara, conecten entre ellos y comiencen a construir un ambiente de confianza con la ayuda de un compañero del propio centro escolar, y dependiendo de los casos, también de un profesor. Los jueces de paz educativos intervienen en los conflictos escolares de baja intensidad para intentar resolver por la vía del diálogo los problemas que de otro modo podrían transcender a instancias superiores o dar lugar a expedientes disciplinarios.

Para la incorporación de un centro a este proyecto serán necesarias las inclusión del proyecto  en el Plan de Convivencia del  centro y su aceptación por la comunidad escolar y los alumnos.

El proyecto, que se puso en marcha el pasado año para los alumnos de Formación Profesional, Bachiller y Educación Secundaria Obligatoria (ESO), se ha ampliado también este año a 6º curso de Primaria en respuesta a la demanda del Colegio de Educación Infantil y Primaria Francisco Sánchez Matas, de Aljucer (Murcia), que buscaba aprovechar el carácter preventivo del programa para fomentar en sus alumnos la búsqueda dialogada de los conflictos antes de iniciar la ESO.

Según los datos incluidos en el Informe Anual de la Convivencia de los centros docentes, en el curso 2007-2008 se registraron 499 expedientes por conductas gravemente perjudiciales para la convivencia, sobre un total de 194.479 alumnos matriculados, lo que supone una tasa porcentual muy baja, de aproximadamente un 0,25 por ciento. Según fuentes de la consejería  al comparar los datos con los del año anterior se registra un ligero descenso en la tasa de expedientes disciplinarios, que pasó del 0,27 al 0,25 por ciento.

Referencias:

 

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