Síndrome de Smith Magenis. ¿Que puede hacer el profesor?

¿QUÉ PUEDE HACER UN PROFESOR?

Estrategias para mejorar el aprendizaje de los niños con Síndrome de Smith Magenis

Por Barbara Haas-Givler, M. Ed. y Brenda Finucane, M. S. Elwyn Training and Research Institute .

Artículo publicado en : http://www.smithmagenis.net/

  • LA BUSQUEDA DE ATENCION POR EL ADULTO

Los niños con el síndrome de Smith Magenis tienen una gran inclinación hacia los adultos, teniendo a veces una necesidad insaciable de atención individual.

Esta es una característica clave de la  personalidad de los niños con este síndrome de Smith Magenis, que tiene importantes implicaciones tanto en casa como en clase.

Para el niño con el síndrome de Smith Magenis la atención positiva es claramente preferible, pero, en caso necesario, la atención negativa puede servir igualmente en la búsqueda de una interacción individual con el adulto.

Pueden buscar el monopolizar el tiempo del profesor durante una actividad, con interrupciones verbales, haciendo preguntas o tratando de conseguir el contacto visual exclusivo con el profesor.

El colmar al niño con atención positiva no parece que logre satisfacer este impulso, sino que incluso puede estimularlo aun más.

Eventualmente, el profesor puede ensayar denegar la atención para poder seguir la lección y dedicar tiempo al resto de la clase.

Esto a menudo ocasiona tentativas de llamar la atención por medio de explosiones verbales, rabietas, agresiones a los compañeros, rotura de sus pertenencias, etc...

¿Cómo puede tratar el profesor esta situación, si la atención positiva a menudo anima al niño a pedir más, y el rechazo a darle atención genera conductas negativas que al final requieren atención de algún modo? No hay respuestas fáciles, pero lo siguiente puede ayudar.

  • UNA CLASE TRANQUILA y CONSISTENTE

Según nuestra experiencia, los niños de Smith Magenis son muy sensibles a las emociones de los demás.

Es importante que el profesor trate de mantener un tono sin emociones con el niño con el fin de neutralizar lo que de otra forma sería visto por el niño como una recompensa por sus comportamientos de llamar la atención.

Esto no significa que el profesor necesite ser frío como un robot en la clase; los niños con el síndrome de Smith Magenis a menudo son muy sensibles al afecto, al elogio y a otras emociones positivas de parte del profesor.

Con moderación, una respuesta emocional positiva del profesor puede motivar fuertemente al niño a hacer las cosas bien, muchos de estos niños están excepcionalmente ansiosos de agradar.

 También son fácilmente emocionales, por lo que unas expresiones exageradamente positivas por parte del profesor pueden producir una sobre excitación en el niño.

De igual modo, el refuerzo positivo puede ser excesivo, como en el caso de un profesor que elogie entusiastamente cada esfuerzo, por pequeño que sea, ya que pierde su impacto y lleva al niño a buscar vías para provocar una respuesta por el profesor aún más emotiva o al menos distinta.

El profesor debe tratar de asegurarse la búsqueda de la mejor respuesta emocional para cada llamada de atención del alumno, así poder eventualmente aprender auto dirigirse. Esto también distrae menos a los demás alumnos ya que no produce intercambio verbal con el profesor.

  • INTERVENCIONES SOBRE LA CONDUCTA

El niño con síndrome de Smith Magenis puede tener con frecuencia trastornos de la conducta que perturban su aprendizaje y el de los demás en el aula.

Algunas rabietas son inevitables y el niño puede ser incapaz de controlar esos impulsos.

Está claro que el niño está auténticamente alterado cuando ha perdido el control y los profesores deben intentar ver la situación con actitud comprensiva. Es importante establecer estrategias consistentes, que puedan ayudar al niño a terminar estos difíciles períodos lo más rápidamente posible.

En primer lugar los padres y los profesores trabajando conjuntamente, con frecuencia, lograrán saber los tipos de situaciones que probablemente provoquen un trastorno de conducta,

Son momentos típicamente difíciles los siguientes; Los cambios o transiciones de una actividad a otra, sobre todo si el niño está disfrutando con la actividad que termina; los cambios inesperados en la rutina escolar, tales como un profesor sustituto (del titular ausente), una asamblea escolar de la que el niño no sabía nada, etc., y una situación de nerviosismo en el profesor o en los compañeros.

Hay normalmente pistas, sutiles y a veces nada sutiles, de que está a punto de comenzar una rabieta, y los profesores deberían intervenir lo antes posible, antes de que la situación se escape.

Cogiendo al niño aparte y hablándole en tono calmado y emocionalmente neutro a menudo ayuda a neutralizar la situación.

A veces contándole su cuento favorito, (o hablándole de su tema favorito) en voz baja se abstendrá de desarrollar la rabieta, particularmente si el niño puede oír lo que el profesor le está diciendo.

Estas intervenciones deberían durar solo lo suficiente para distraer al niño, que podrá entonces estar dispuesto a continuar una actividad.

A veces nada consigue alejar o cortar la rabieta, y una vez esté en todo su esplendor es muy poco lo que puede hacerse excepto dejarla que siga su curso.

Hemos encontrado que lo mejor es sacarle del aula durante estos períodos, ya que así llama menos la atención y puede calmarse.

El permitir que la rabieta siga hasta el final en el aula, aunque sea en un rincón, puede prolongar el episodio debido a la excesiva cantidad de atención que inevitablemente genera por parte de los profesores y de los alumnos. Si fuera posible, el niño debería ser llevado por otra persona que no sea el profesor a una habitación de reposo. Muchos niños con el síndrome de Smith Magenis están ansiosos de no perder ninguna actividad con su querido profesor, y esto puede ser una ayuda fuerte para finalizar la rabieta.

  • DURO AMOR

Los niños con el síndrome de Smith Magenis pueden presentar los mayores retos en la clase; sin embargo, para los profesores a los que les toca, las compensaciones por enseñar a niños con síndrome de Smith Magenis pueden superar con creces a los retos.

Los profesores de nuestro centro a menudo recuerdan a los niños con síndrome de Smith Magenis entre los niños más adorables y memorables (¡Positivamente!) que hayan tenido como alumnos. Muchos han dicho que si no fueran tan adorables, no podrían haber sobrevivido a los aspectos menos atrayentes del síndrome de Smith Magenis, Tomando prestada una frase de Peace Corps, enseñar a un niño con síndrome de Smith Magenis puede ser "el trabajo más duro que hayas amado". 

Es igualmente importante para el profesor en clase conservar bajo control las emociones negativas.

 Un profesor que se ponga visiblemente exasperado o enfadado le enseña al niño inmediatamente que él o ella ha encontrado un modo seguro de hacer perder el control al profesor.

 De igual modo un profesor que frecuentemente use advertencias negativas ( p. ej. "Ana, no hagas eso ", " David atiende "), puede inconscientemente estar satisfaciendo el instinto del niño para llamar la atención. Esto no solo es cansado para el profesor, sino que también sirve para reforzar los comportamientos de búsqueda de atención.

Hemos encontrado que una atmósfera de clase tranquila, emocionalmente neutra es lo mejor para el niño con síndrome de Smith Magenis. Por ejemplo, si el niño no para en su asiento durante la lección y constantemente interrumpe verbalmente o trata de que el profesor le mire, el profesor debería tratar de seguir hablando a la clase sin reprender al niño, mientras que físicamente le lleva a su asiento. De esta forma la clase sigue sin interrupción y el niño con síndrome de Smith Magenis vuelve a su asiento una y otra vez durante la clase, sin darle al niño la sensación de haber ganado una batalla al profesor. Esto no siempre funciona, desde luego, como en los casos en que el niño en plena rabieta o agresión precisa de una intervención del profesor. Cuando sea posible, las conductas negativas deberían ser ignoradas y reconducidas, incluso sin reprimenda verbal. Obviamente, esto requiere mucho autocontrol por parte del profesor. Sin embargo, si el tono es tranquilo en el aula siempre, el resultado puede ser de menos explosiones con el tiempo, ya que el niño puede darse cuenta de que no logra hacer enfadar al profesor.

  • UNA CLASE DE REDUCIDO TAMAÑO

Más que trabajar junto a sus compañeros, muchos niños con síndrome de Smith Magenis parecen estar compitiendo con ellos, para ganar la atención del profesor.

Hemos encontrado que los niños con síndrome de Smith Magenis parece que hacen las cosas mejor cuando no son más de cinco o de siete en el aula, con un profesor y un ayudante.

Con clases de mayor ratio, la competición por la atención del profesor se hace mayor y se incrementa la posibilidad de problemas de conducta. Muchos niños con síndrome de Smith Magenis son también inherentemente distraíbles y tienden a trabajar mejor en clases más pequeñas, tranquilas y focalizadas.

  • REFORZADORES y MOTIVADORES

Padres y profesores frecuentemente han remarcado que los niños con síndrome de Smith Magenis tienen una extraordinaria habilidad para medir instintivamente los puntos débiles de una persona (" cogerles las vueltas ") y entonces conseguir de ella lo que quieren.

Nuestra experiencia confirma esta destreza para "tocar el botón preciso": un niño con síndrome de Smith Magenis puede frecuentemente mostrar una conducta particular en una clase y después otra diferente en una clase distinta con otro profesor al que puede volver loco.

Esto claramente implica que estos niños tienen cierto grado de control sobre sus comportamientos, pero es importante reconocer que muchas de las conductas negativas vistas en ellos tienen su origen en impulsos internos.

El control de estas conductas por el niño puede reflejar el grado de motivación que tenga para reprimir estos impulsos involuntarios en presencia de un profesor y no de otro, o ante un refuerzo específico (recompensa). Por ejemplo un niño que está trabajando para conseguir un premio al final de la clase puede estar altamente motivado para tener bajo control sus rabietas durante ese período. No es raro, sin embargo, que una vez que ha conseguido el premio, el niño no siga motivado para emplear tanta energía en controlar sus impulsos, y el resultado sea una rabieta total.

Los profesores tienen que ser muy creativos para mantener a los niños con síndrome de Smith Magenis lo bastante motivados para ser capaces de controlar sus conductas. Una estrategia es usar recompensas durante las actividades en las que probablemente el niño pueda perder el control, y alternar esas actividades con otras que son típicamente de su agrado y que normalmente no requieren recompensas. (Los momentos de transición a menudo son difíciles para estos niños y el reforzador puede servir de distracción). Reducir al mínimo los premios consistentes en comida, golosinas etc.,., ya que éstos pueden originar que el niño los vea como un objetivo en todas las circunstancias, induciéndole de esta manera a la sobrealimentación y a rabietas relacionadas con la comida. Los niños con síndrome de Smith Magenis parece que tienen dificultades para procesar la información dada de forma secuencial. Por ejemplo, pueden tener dificultades si el profesor pide al niño que vacíe la papelera, que la traiga después a la parte delantera del aula y luego vaya a lavarse las manos. El niño puede que no sea capaz de completar los tres pasos de esta tarea, debido a dificultades con la forma en que su cerebro procesa la información secuencial. El contar y otras tareas matemáticas también comportan procesos secuenciales, y estas áreas pueden plantear dificultades a los niños con síndrome de Smith Magenis. Una forma de tratar este problema es usar dibujos y gráficos cuando sea posible para ayudar al niño a visualizar los diferentes pasos que comporta una tarea o un problema matemático.

Los niños con síndrome de Smith Magenis tienen tendencia al aprendizaje visual, y necesitan a menudo servirse de dibujos como guía para aprender una nueva tarea. Frecuentemente pueden aprender a consultar los dibujos independientemente, o con tan solo una mínima indicación del profesor. 

Se pueden usar grupos de dibujos para ilustrar cosas tales como:

  • -Tareas en varios pasos (poner la mesa); 
  • -El horario de las actividades escolares (trabajo en grupo, seguido de tiempo libre, seguido del almuerzo, etc.,) y 
  • -El contar y otras tareas matemáticas. 

Estas cosas también refuerzan el sentido de rutina en la clase, ya que el horario del niño está explicado claramente en los dibujos. Hemos observado que los niños con síndrome de Smith Magenis tienen una fuerte necesidad de consistencia en sus rutinas diarias. Los niños con síndrome de Smith Magenis con frecuencia buscan la confirmación de que han terminado una tarea correctamente, incluso cuando probablemente saben que lo han hecho. Por ejemplo el niño al que se pidió que vaciara la papelera puede hacerlo todo el tiempo mirando al profesor en espera del refuerzo positivo. Después puede parar y preguntar al profesor sobre el siguiente paso, incluso aunque sepa la respuesta. " ¿ Que es lo siguiente?" dice el niño, buscando la confirmación de que lo está haciendo correctamente; el profesor dice, "Tú sabes lo que sigue. ¿Qué es?"; con frecuencia el niño responderá correctamente y seguirá con el segundo paso. Se pone de manifiesto entonces que, además de un problema cerebral de dificultad en los procesos secuenciales, muchos niños con síndrome de Smith Magenis requieren recordatorios para poder terminar una serie de tareas sencillas. Esta necesidad de reconocimiento positivo a lo largo del día puede producir que el profesor tenga que invertir una gran cantidad de tiempo confirmando tareas que el niño puede ser capaz de hacer de forma independiente. Los dibujos y murales con los diferentes pasos de una tarea proporcionan al niño el recordatorio visual de lo que tiene que hacer. Entonces, cuando el niño mire al profesor buscando confirmación sobre su trabajo o para el siguiente paso el profesor puede simplemente apuntar hacia el mural o decirle que lo mire. De esta forma el niño lo logra.

Artículo publicado en : http://www.smithmagenis.net/consideraciones.htm

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