Oposiciones 2007: Carta enviada al Sindicato.

Esta carta va dirigida a este sindicato para que se haga eco de lo acontecido en el acto de presentación de las oposiciones de Magisterio en Murcia.

  ¡¡6 horas para presentar unos documentos!!.

 Infrahumano, tortura psicológica, "secuestro", vergüenza y muchos términos  más se me ocurren para calificar lo acontecido ayer en el acto de presentación de las oposiciones de Magisterio en el IES La Flota de Murcia. En uno de los Tribunales al que sólo se presentaron 37 opositores, los 5 miembros del Tribunal tardaron 6 horas en recoger la documentación. Tuvieron a los opositores de 5 a 11 de la noche metidos en una habitación sin aire acondicionado, con un calor sofocante y casi sin poder salir de ella. Señores, están tratando con personas, y unas personas que se juegan mucho en el examen al día siguiente (algunos de ellos el pan de sus hijos). Someterlos a esa tortura psicológica es hacer que no acudan en igualdad de condiciones con el  resto de opositores.

Si para presentar unos documentos, entre ellos los méritos que podían perfectamente haber sido entregados por los opositores finalmente aprobados una vez concluido el proceso se tardan casi 6 horas... No quiero ni pensar que puede suceder en el 2º examen que consiste en defender de uno en uno durante 1 hora la  programación didáctica, ayer presentada, además de una unidad didáctica.

Para colmo un alto cargo de la Consejería de Educación se paseaba por las aulas estrechando manos a miembros del Tribunal y solidarizándose con dichos miembros diciéndoles que "tranquilos que los que iban a sufrir al día siguiente en el examen eran los opositores".  Me parece una desfachatez descomunal hacer esas declaraciones delante de los allí presentes, ¿cuánto quiere usted que sufran más? ¿todavía se puede sufrir más? ¿dará usted una vuelta de tuerca más en los exámenes? Todos los opositores se merecen un respeto y que usted pida públicamente perdón.

Desde aquí quería elogiar el comportamiento cívico y ejemplar de todos los allí presentes, tanto opositores como acompañantes, que aguantaron estoicamente (no sé si por una educación exquisita o por miedo a posibles represalias en el proceso) y sin la más mínima  protesta ese calvario.

Un familiar de un opositor.

[ <-- ]
VOLVER